lunes, 22 de diciembre de 2008

Cultura navideña (I)

EL ORIGEN DEL ÁRBOL DE NAVIDAD

Antes de que los primeros cristianos llegaran al norte de Europa, los pueblos nórdicos celebraban cada año el nacimiento del Dios del Sol adornando un fresno, que representaba al árbol Yggdrasil.

Según las creencias nórdicas, el Universo se dividía en nueve mundos y cada uno de ellos estaba sostenido sobre una rama de Yggdrasil, que además, por ser de hoja perenne, simbolizaba la vida eterna ya que permanecía verde en invierno cuando el resto de la naturaleza moría.

El árbol se dividía en tres partes: en las raíces se encontraba el Helheim (el mundo de los muertos), Svartálfaheim (el Reino de los elfos oscuros), Niflheim (el Reino de la nieve y el frío) y Jotunheim (el Reino de los gigantes); en el tronco se encontraba Midgard o Mannaheim (el Reino de los Hombres); y en la copa estaban los Reinos de los Dioses y la morada de Odin, el Valhalla.

Se dice que cuando el misionero cristiano San Bonifacio llegó a los países nórdicos, al ver que los paganos a los que quería convertir al cristianismo adoraban al árbol, decidió derribarlo. Al caer, el árbol destruyó todos los que estaban a su alrededor, excepto un pequeño abeto, lo que el Santo consideró un milagro, llamando al abeto "el árbol del Niño Dios".
En la "versión alternativa" de esta leyenda, Boni derriba el árbol y en su lugar planta un abeto.
Otra leyenda cuenta que San Bonifacio encontró un grupo de paganos que se disponían a matar a un niño como sacrificio al dios Thor frente a un abeto. San Bonifacio golpeó el árbol con su puño y lo derribó, y el abeto se convirtió en el árbol de la vida, pues había demostrado que estaba dispuesto a morir antes que ser el altar para un sacrificio.

Según la Iglesia protestante fue Lutero quien dio origen a la tradición del árbol de Navidad. Se cuenta que Lutero estaba una noche paseando por el bosque cuando contempló las estrellas a través de las ramas de los pinos, y decidió llevar un pequeño abeto a su casa para decorarlo con velitas.

En sus orígenes, los árboles de Navidad se adornaban con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las velas, la luz de Cristo. Después las manzanas se sustituyeron por bolas y las velas por luces (aunque para algunos el origen de las luces en el árbol es la creencia de que todas las estrellas del Universo colgaban de las ramas de Yggdrasil).
Para el próximo día, la leyenda de San Nicolás...

4 comentarios:

laura dijo...

Muy interesante, pero te olvidas de la teoría de Sheldon. No recuerdo quienes eran exactamente, pero eran los paganos de hace miles de años, que al ver que todos los árboles morían en el invierno menos los perennes, cogían sus ramas y las llevaban a sus casas. De ahi el árbol de Navidad en invierno. Es el milagro de Saturnalia

Belén dijo...

No me olvido, precisamente por eso se me ocurrió buscar lo de los arbolitos. Y mira, para los nórdicos estos tbn el fresno de hoja perenne simbolizaba la vida pq seguía verde en invierno, es justo como dijo Sheldon!

laura dijo...

si, seria lo más parecido, pero Sheldon no nombró lo de los árboles de los gigantes y toda esa pesca, porque le parecería absurdo :D
El mejor capítulo de todos con diferencia, jajajaja LEONARD NIMOY!!!!

Anónimo dijo...

Y por supuesto nadie se pone de acuerdo XDD.

Muy informativa y chula tu entrada, Belén; lo que no entiendo es que haya gente que derribe árboles para celebrar la vida... cosa más absurda no he visto yo prefiero dibujarme uno XD.