Aprovecho ahora q estoy hasta las narices de pediatría para escribir sobre los niños, esos seres hiperactivos y pegajosos. Bueno, me refiero a los niños de entre 4y 9 años, q es más o menos la época de ser hiperactivo y estar pegajoso. Y q conste q a mí los niños me gustan mucho, pero las cosas como son.
Aunque en realidad mejor q de los niños debería hablar de los padres, esos seres... bueno, dejémoslo simplemente en los padres.
Aunque en realidad mejor q de los padres debería hablar de la sociedad de hoy en día, de la era de la informática, las telecomunicaciones, el esplendor de la raza humana y su decadencia. De los anuncios de la TV y de los medios de manipulación de masas, del egoísmo, el materialismo, la superficialidad y la falta de valores, la inmoralidad y el vicio, las mentiras, el egocentrismo y demás cosas q rodean la navidad.

Q catastrofismo, no? Venga, vuelvo a empezar.

Hola! Hoy quiero hablaros de la Navidad.
La Navidad es una hermosa época del año, en la q las familias se reúnen para festejar y los hogares se llenan de felicidad y alegría. Es la época en la q derrochamos generosidad haciendo regalos a nuestros seres más queridos.
Cuál es el problema? Pues el problema es q a los niños hay q educarlos bien, y tienen q saber q no siempre se tiene lo q se quiere y q lo importante no es lo q se tiene sino lo q se es, y todo eso q todos sabemos y q queda muy bonito decir pero en el fondo nadie se lo cree.
Cuando yo sea madre (y espero no cambiar nunca de opinión) por supuesto q les compraré regalos a mis hijos, pero serán regalos educativos y a poder ser sin pantalla. Es decir, no ordenadores, agendas electrónicas, consolas ni videojuegos. Y desde luego, no un regalo de 400 euros pq ningún niño necesita eso para divertirse. Dónde queda la imaginación? Les regalaré una pizarra y tizas para q jueguen a los profes, como yo cuando era pequeña. Y muñecos, y coches, y juegos de construcciones. Y plastilina, acuarelas y lápices de colores, y un bloc de dibujo y muchos libros de cuentos. Con eso yo era feliz, y no necesitaba un regalo de 400 euros (bueno, de... lo q fuera en pesetas).
Incluso una vez me pedí un muñeco q se llamaba Baby Nurse, pero era muy caro, y los Reyes me trajeron el Miny Baby Nurse y yo tan contenta. Años después mi madre me confesó q el miny baby nurse no existe, q compró una muñeca tamaño barriguitas y una bañera de plástico en los chinos y me convenció de q era un miny... bueno, eso. Y fui igual de feliz con un regalo de 300 pesetas q con el muñeco original de 4000 (o lo q costara, q no lo sé).
Eso sí, de "regalos prácticos", nada. Q me acuerdo yo de cuando a mi prima kaori los reyes le traían ropa año tras año, y a mí me daba muchísima pena!! Luego cuando fui un poco más mayor ya no, claro, pero por lo menos hasta los 12 años nada de ropa.

Bueno, q me tengo q ir. Conclusión: a los niños hay q educarlos, no hay q darles todo lo q quieren, hay q saber engañarlos como mi madre a mí y sobre todo dejarles claro q no se puede tener todo, q las cosas no son como salen en la TV (o no deberían ser) y q hay q ser feliz con lo q uno tiene.
FIN