miércoles, 26 de septiembre de 2012

Feliz cumpleaños Marina!!! Y mis pinceladas apolíticas sobre el 25S.

Hoy es 26S. Sabes qué significa eso?? Lo sabes??? Eh? Eh?? Pues... Acertaste!!! ES EL CUMPLE DE MARINA!!!
Así que, ante todo y lo 1º, muchas felicidades cuñadita!!

------------------------------------------------------- Y después de esta introducción, porque es el evento del día, habrá que hablar sobre la manifestación de ayer (o, como la han llamado, "25S: Ocupa el congreso"). No estuve, así que no voy a poder contaros lo que pasó o no pasó, aunque seguro que ya habéis leído sobre la violencia de algunos manifestantes o de los propios antidisturbios, según cual sea la fuente de la información. Y también habréis visto el vídeo en el que unos antidisturbios van a empezar a liarse a porrazos con un violento, y entonces éste se identifica como "compañero".. (si no lo habéis visto, en youtube está: http://www.youtube.com/watch?v=4FLW4OjlcrU). Como digo, no sé lo que pasó y lo que os quiero contar es otra cosa. Como sabéis, yo soy una persona muy sociable (toque de humor) y tengo amigos por todas partes, independientemente de su ideología política. Así que en mi facebook he podido encontrar cosas muy diversas y algunas de ellas muy criticables por su radicalismo, empezando por esta carta (no hace falta que la leas entera, en 2-3 frases al azar podrás pillar la idea..) Querido policía Querido policía, déjame felicitarte por lo de ayer. Te portaste como un hombre, te ganaste a base de porrazos la paga extra que te habían quitado y cumpliste a la perfección el encargo de apalear al pueblo. Es cierto que para otras cosas, la verdad, no vales, por ejemplo, eres incapaz de distinguir un hueso de pollo de un hueso de niño, con lo cual una simple investigación por asesinato acaba transformándose en un circo mediático y un pobre paleto te chulea durante meses, pero es que tú no estás para eso, querido policía, a ti no te pagan para pensar ni para sumar dos y dos siquiera. Lo tuyo es intimidar, montar follón, colarte dentro de una pacífica multitud y caldear los ánimos, manejar la porra y pegar hostias. Y lo cierto es que para eso no tienes precio, aunque el despliegue militar de ayer (con casi 1.500 efectivos, carretadas de lecheras, helicópteros, caballos, vallas, pelotas de goma) le haya salido por un pico al contribuyente. Con lo que te pagaron ayer a ti y a tus colegas por acojonar y romper huesos, se podía haber construido un colegio. Da la casualidad de que ayer pasé frente al Congreso, no por Neptuno, sino por la Carrera de San Jerónimo, y vi la tremenda multitud a la que tenías que hacer frente: Muchos jubilados, algunos con bastón, una señora armada de un silbato, otra con una camiseta contra los recortes, un montón de jóvenes de ambos sexos, unos cuantos fotógrafos, e incluso una pareja de ciegos que paseaba de arriba abajo tentando el aire. Aunque para ciego tú, querido policía, ciego y sordo, blindado de arriba abajo, envuelto en tu escudo y tu casco pretoriano para demostrar una vez más que no estás ahí para defender al pueblo sino para todo lo contrario. Al verte, tan chulo, tan orgulloso de tu fuerza, recordé a aquel anti-disturbios que me tropecé ventitantos años atrás, en una manifestación universitaria, un tipo grande como una montaña al que oí gruñir mientras acariciaba la porra: "Qué ganas tengo de repartir hostias". Querido policía, sigues siendo la misma bestia sin ojos y sin alma de toda la vida, la misma máquina de golpear de hace veinte años y de hace cincuenta años. Te conocemos ya porque te hemos visto antes, te hemos visto muchas veces, vestido con ese o con otro uniforme, el perro de presa del dinero, el esbirro imprescindible de todo poder y toda época: El mismo cosaco a caballo que golpeó al pueblo hambriento hasta la muerte en la Plaza Roja, el policía gordo que apaleaba negros en Mississipi, el tanquista ruso que entró a sangre y fuego en las calles de Praga. Querido policía, debes de sentirte muy hombre sabiendo que enfrente sólo tienes manos desnudas y palabras, debes de sentirte justificado en tu violencia cuando hasta tú te tragas tus propias mentiras y acabas por creer que estabas haciendo frente a tácticas de guerrilla urbana cuando allí sólo había gente que no venía ni a tomar el Congreso ni a secuestrar diputados sino a expresar su rabia, a gritar que ya están hartos de tanta mentira y tanto expolio. El Congreso ya está tomado por una banda de cuatreros que ha incumplido todas sus promesas, unos sicarios del poder financiero al que sirven con la misma devoción que vosotros a ellos. Ya sé que lo tuyo no es pensar, pero piensa por un momento que si la muchedumbre de ayer hubiera ido con ganas de bronca, probablemente no habrías salido tan bien parado. A veces me pregunto cómo será eso de llegar a casa con el deber cumplido cuando tu deber consiste en agarrar del cuello a una mujer, en abrirle la cabeza a un señor indefenso, en reventar a palos a un joven tirado en el suelo. Ya sé que te pagan a tanto por hostia y a doble por cabeza abierta, pero te advierto que la gente se está empezando a hartar de que la traten como a ganado, de que la ordeñen cada cuatro años y la aporreen siempre que les apetezca. Que duermas bien, machote. Siguiendo por esta foto:
Y continuando con este pantallazo del FB de un grupo de metal español...
Y así, muchas más imágenes, unas hablando de manifestantes violentos, otras de represión policial, otras de manipulación de los medios... Y al final, como siempre, se pierde lo importante. Lo importante no es si fueron más salvajes los manifestantes o los antidisturbios, o si hubo 25 o 52 heridos.. Lo importante es que la sociedad ya no puede protestar más claramente, y aquí no cambia nada. Y que cada vez se oye más la frase "..pero tanto el PP como el PSOE...") incluso en boca de gente que ha sido del PSOE o del PP de toda la vida. Y sin embargo, la idea que sacaría alguien que sólo leyera el FB, es que los manifestantes iban sólo a pegarse con la policía, y la policía iba sólo para aporrear a los manifestantes... Y aún nos preguntamos por qué estamos como estamos. Aquí un clip de Dogma, donde Chris Rock resume lo que yo quería decir con todo esto..