lunes, 5 de septiembre de 2011

5 de septiembre

En un día como hoy nació Freddy... y en un día como ayer murió mi pajarita Robin. El pobre Lenguao se volvió a quedar solito.

Y mientras tenga el libro (Manual de la oscuridad), iré buscando cosillas que me han llamado la atención y dejándolas por aquí. Quería buscar una página donde habla de la gente que habla en plural, pero no doblé la esquinita así que otro día la busco con más tiempo.

Hoy te dejo un cachito (pondría "fragmento", pero me suena muy pedante) de la página 403 (que también tiene una esquinita doblable), no por nada en especial, sino sólo porque me gustó. Y además, fue como un descanso en medio de un capítulo íntegramente dedicado al sexo y en el que puedes encontrar cosas como "Quiere que ella se desespere. Quiere que llore y gima y empuje y estire. Que se lo trague entero", o "Absorbe la vaharada agridulce que brota del sexo. Puerros rehogados".

El libro del Génesis es un fraude. Quien escribió ese cuento tenía demasiada prisa. Sólo así se le pudo ocurrir un relato de orden imposible en el que el creador dispone primero la existencia del cielo y la tierra, caóticos ambos, vacíos, envueltos en tinieblas, y mientras tanto manda su espíritu a aletear sobre las aguas. Sólo después pronuncia la maldita frase: "Hágase la luz". Tres palabras. ¡Palabras! Ruidos articulados, pretenciosos, condenados por la historia a la servil misión de señalar lo que ya existe. Y el narrador, no contento con atribuirles un poder imposible, añade que dios vio que la luz estaba bien. Lo dice así, tiene la desfachatez de decir: "Vio Dios que la luz estaba bien y separó la luz de las tinieblas". ¿Qué? ¿Haciendo pruebas? ¿Qué clase de dios todopoderoso es ése? El mismo que se entretiene luego banalmente en poblar su creación, en ubicar en su superficie durante seis días los ríos, montes y desiertos, hombres y animales de toda clase, ganados, sierpes y alimañas. Lo mismo que hacías tú con tu padre para montar el tren eléctrico, Víctor: papel de aluminio para el río, montañas de corcho, algodón para la nieve y un jefe de estación con pito y bandera. No jodas.

Dos cosillas más:
-Cuando describe escenas de sexo, me imagino hasta el olor del sudor.. toooodo el rato.
-Se agradecen las normas ortográficas antiguas (acentos en "sólo", "ése".. cuando tocan, claro). Me pone muy nerviosa leer libros que no acentúan las palabras que SON con acento.

Y para terminar: volví a retomar la lectura de El rapto del cisne, pero no me está gustando demasiado así que no sé si lo llegaré a terminar. Si ocurriera que lo termino, ya pondré algo sobre él.

Como despedida, dejo este vídeo que hice de Lenguao amueblando el nidito para Robin.


1 comentario:

laura dijo...

Vaya :( siento lo de Robin. ¿Cuánto tiempo tenía?
Aparte de eso...
puerros rehogadoosss omnomnomnom :P
Me quedan 10dias para ser persona!!!