miércoles, 30 de diciembre de 2009

Romance de la evaluación (2ª parte)

... Continuamos...


En derredor de una mesa,
los profesores s’instalan,
como honrados caballeros
d’aquella corte británica
del barbado rey Arturo,
el de la redonda tabla.

Viérades allí, sentados,
a la profe de Ximnasia
(mexor, de Educaçión Física,
qu’es como agora se llama),
querida por los alumnos
porque los saca del aula
e les presta los balones
para que peguen patadas.

Viérades a uno de Física,
con la frente despexada
e de cuya asignatura
sólo da cuatro chorradas
(qu’en los predios de la ESO,
tal como está la enseñança,
la Física, con la Química
-casi siempre xuntas ambas-,
si se dan, se dan poquiello,
pues son materias “non sanctas”).

Viérades allí sentado
al de Lengua Castellana
(que del nombre d’Española
non queda en la LOGSE nada
e de la Literatura…
mexor será non mentarla:
pues, cuando intenta que lean
los mochachos e mochachas
tanto en verso como en prosa
la obras más reputadas
de los autores insignes
que han existido en España,
pues no hay caso: o non las leen,
o non se enteran de nada).

Ved al de Tecnoloxía,
qu’es disçiplina novata
(e que, perdonad al fraile,
non sé muy bien de qué trata),
sentado al lado de un hombre
que suele dar Matemáticas
e que revienta de goço
cuando los alumnos captan
en el secundo trimestre
qué es una raíz cuadrada
(otra cosa bien distinta
es que puedan calcularla
si la su calculadora
non ha las pilas cargadas).

Viérades al de Latín,
qu’imparte Cultura Clásica
(insulso batiburrilo
con que non aprenden nada,
porque la lengua del Laçio
la tienen descomulgada).

Allí se sienta el de Historia,
que ya non da la d’España,
porque da Çiençias Soçiales,
qu’es cosa descafeinada
que sólo enseña el entorno,
sólo muestra la comarca,
sólo el río de su pueblo,
sólo el feudo de su sátrapa,
sólo historia del terruño
(e, para colmo, inventada).

Viérades al profesor
que da clase d’Informática
con el que los arrapieços
muy buenos ratos se pasan
dando golpes al teclado
de vetustos ordenatas,
ora matando marçianos,
ora ganando batallas,
ora atropellando viexas
o aplastando embaraçadas,
mostrando gran virtuosismo
e pericia destacada
en el control d’esos juegos
de los programas piratas;
ora entrando en internet
-diçen llamarse “internautas”-
para consultar, absortos,
todas las páxinas guarras.

No hay comentarios: