miércoles, 7 de diciembre de 2011

Y el ojo que los mira

Como ya sabes, y si no lo sabes ya te lo digo, Antonio Machado es uno de mis poetas favoritos de siempre. De hecho es uno de los 3 únicos poetas a los que no sólo soporto, sino que he llegado a pedir libros suyos por Navidad. La gran mayoría del resto de los poetas del mundo a los que he podido leer me han parecido, en general, patrañistas.

El caso es que estaba yo como de costumbre sentada en mi cama delante del ordenador sin hacer nada en especial, cuando me ha venido a la mente, no sé por qué, un fragmento de los que más me gustaban de Machado. ¿Por qué me gusta tanto? Por la fuerza de las palabras y porque siempre me hace pensar mucho hacia dentro, y me hace querer haber conocido a este señor que escribía estas cosas, igual que querría haber conocido a Freddy Mercury.

Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerra
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.


Fuera de lo épico, en el fondo todos hablan en algún momento de lo mismo. También Neruda, otro de mis poetas...
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.


Ojalá supiera yo dónde buscar!!
En fin... puedo escribir los versos más tristes esta noche...

Y, de hecho, creo que voy a escribirlos.


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