El otro día en la guardia...

El otro día en la guardia me vino una señora que me hizo dudar un rato. Motivo de consulta: mareo. Hora de atención médica: sobre las 22:00 aprox. Estado mental mío: sobresaturada.
Total, lo de siempre: Qué le pasa? Pues mire, doctora, me pasa que bla, bla, bla, bla. bla... y después de muchos más blas, me dice: "Y además llevo unos días que me encuentro aplatanada".
Cágate lorito! Cómo pongo yo en la historia que la señora está aplatanada??? Resultado: conversación surrealista:
- Se encuentra mal? (Pensando en MEG)
- Hmmm, no, mal no.
(Vaya)
- Se encuentra más cansada de lo habitual? (Pensando que el aplatanamiento podría ser una forma de llamar a la astenia)
- Pues no, yo soy muy nerviosa, y me encuentro como siempre. Sólo que aplatanada.
(Mierda. Pues ya no sé por dónde tirar. Creo que me voy a ir por lo psiquiátrico a ver si tengo más éxito)
- Se siente sin ganas de hacer nada? Como que todo le da igual? Que no disfruta las cosas que hace?
- No, doctora, no. Solamente aplatanada. No sabe usted, cuando alguien se queda como... así, aplatanado?

Y es que hay señoras tocapelotas. Porque los señores pueden ser más o menos tocapelotas, pero cuando te llega una historia y pone "MC: Mareo" o "MC: Cefalea" o "MC: Disnea + MEG" y miras la etiqueta y ves que la paciente se llama Mª de la Encarnación y que tiene entre 40 y 55 años, ya te puedes ir preparando, que la Encarni te va a tener un buen rato contándote que está aplatanada, y que a veces cuando se levanta muy rápido se marea, y que a veces cuando duerme poco está más cansada o que cuando come menos tiene más hambre. Como aquella que andaba revuelta a las 4:00 de la mañana y de pronto se le ocurrió que a lo mejor tenía algo que ver el hecho de haber cenado tostas de carne picada con tomate y cebolla y de pimientos rojos con atún en escabeche...

Pero tengo que contar el desenlace de la consulta de la 1ª encarni (que obviamente no se llamaba encarni, y de cuyo nombre no quiero acordarme). Resulta que esta señora vino a dar el coñazo acompañada de una amiga. Le pedí algo, no sé, una sangre para ver el azúcar y para olvidarme de ella un rato. Pero claro, llegó la sangre y estaba todo bien. Y es que la señora se había mareado un poquito por la mañana al levantarse de la cama, y estaba preocupada porque a la semana siguiente se iba de vacaciones, no fuera a ser que no se pudiera ir. "Porqueclaro, comoyosoymuynerviosadoctoraynopodraseralomejordelazucarodequeteniaelestomagounpocovacio, (respiración) ycomomevoydevacacioneshedichobuenopuesmeacercoenunmomentoalhospitalyquemevean..." Pues eso, que no tenía nada y por fin cogí aire y la llamé por el microfonillo. Y en vez de la amiga, viene (ya a eso de las 23:30h.) con una señora físicamente muy parecida a ella.
- Qué tengo, doctora, qué tengo?
- Pues todas las cosas que le hemos mirado han salido normales.
- ¡Claro! ¡Como que no tienes nada! ¡Lo que eres es una histérica!
- Tú cállate.
- ¡Si es que para eso no se viene a urgencias! ¡A urgencias se viene por algo urgente, como cuando hemos venido con mamá! ¡Pero no porque te dé un mareíllo de nada! Que les haces perder el tiempo, con la de cosas que tienen que hacer...

Y yo con los ojos wide open y flipándolo con la señora. Y cuando por fin parecía que se iban y la hermana se había alejado a una distancia prudencial, vuelve la encarni corriendo y me dice: "Seguro, no doctora?"