lunes, 15 de junio de 2009

No es la religión, son las personas...

Hoy yendo en el metro, se ha subido a mi vagón un hombre-cartel, y se ha ido parando por bloques de asientos para que todo el mundo pudiera leer esto:

‘‘Porque los verdaderos hombres y las verdaderas bestias jamás pudieron surgir sino exclusivamente del inmaculado aspecto sexual (Dios de Dioses y dador de vida); porque hay el tantrismo blanco (la correcta práctica sexual) y el tantrismo negro (la errónea actitud sexual); y porque existen los opuestos: Es el sexo, en el ejercicio adecuado, la más grande expresión del amor, mas, en la ejecución indebida, pasa a constituirse, lastimosamente, en un terrible alimento para las despiadadas fuerzas de la maldad (y todas las crisis)’’.

Indignación es poco. Yo había dormido hoy unas 3 horas por la guardia y volvía de flamenco, así que estaba cansada y bradipsíquica y sólo me dio tiempo de leer hasta "tantrismo negro", pero ya me imaginaba que iban por ahí los tiros. Si lo hubiera leído hasta el final, puede (y lo digo en serio) que le hubiera gritado al tío algo como:

"Dios no existe, gilipollas, y si existiera, no creo que tú le gustaras!!! Seguro que cualquier (o casi cualquier) homosexual es más grato que tú a los ojos de tu dios!!!"

O bien algo más sencillo, tipo:

"Pues yo soy lesbiana!!!!!!!"

1 comentario:

laura dijo...

qué es? un texto famoso o algo así? porque si no, no entiendo como lo recuerdas de principio a fina :D

Bueno, deja al señor-cartel, mientras no intente agredirte o separarte de tu novia lesbiana mientras te besas con ella. Ten en cuenta que si no fuera por señores como este, tu no podrías ser la "chica progre" del vagón.

Ah, y preferíría la segunda opción a gritar. O la primera un poco modificada porque con las 4 primeras palabras ofendes a los que a veces si creemos en Dios