ROMANCE DE LA EVALUACIÓN

Que por junio era por junio,
cuando ya el curso se acaba,
cuando el sol allá en lo alto
produçe grande galbana,
cuando los moços e moças
alixéranse de calças,
cuando los sudores reinan
por pasillos e por aulas
e rançios olores salen
de sobacos e sandalias,
cuando ya por todas partes
la vacaçión se presagia,
cuando ni los profesores
de dar clase tienen gana
(si es que alguna vez la hubieron,
pues desto non hay constançia).
¡Mes de junio, mes de junio,
fecha insoportable y áspera!
Tú fuiste, junio, testigo
de lo qu’este fraile narra.
Direvos que el instituto
del que mi romançe trata,
entre sudor e calores,
d’inquietud hormigueaba.
Ya son las evaluaçiones,
ya s’açerca la hora amarga,
en que a los quartos de ESO
la nota final se daba.
Concurren con tal efeto
en una inhóspita sala
un tropel de profesores
con las notas preparadas.
Portan carpetas, listados,
libretillas repuxadas,
axendas e cartapaçios
en donde las notas guardan,
prestas para ser transcriptas
e pasadas a las actas.
Otrosí portan bolígrafos,
lápiçes e estilográficas,
gomas de borrar e reglas,
frascos d’una cosa blanca
que tiene por nombre “típex”
e corrixe las erratas.
2ª parte en el próximo post!!
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